Como se nota que llegó el otoño... Esta tarde Pieróg subió al sofa y se tumbó con nosotros, buscando calor. Cosa que no hacía desde hace meses. Estoy deseando que llegue el frío de verdad para que el Lord se olvide de su orgullo y venga a sentarse encima mía, buscando abrigo y caricias. Shiva, por otro lado, todavía no sabe que en el sofá se puede tumbar y estar calentita, sentada entre nosotros. Por ahora elige lugares más "seguros" como el puf, montones de ropa o -su lugar secreto- el cajón con mochilas debajo de una de las camas. Cuando Shiva desaparece, basta ir al cuarto pequeño, llamarle un par de veces y enseguida se oye un "burrrr" desde debajo de la cama. Ahí está nuestro bichito, durmiendo escondida, dejando sus pelos en todas las mochilas y bolsos del cajón.
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